...Y TERMINAMOS Y REGRESAMOS. Mikulov, Lednice-Valtice, Füsen (Alemania), Arbois (Francia) y Sant Pere Pescador

31 de julio, sábado

Del recuerdo de los muertos al deseo de lujo de los vivos: Mikulov y el complejo Lednice-Valtice.

Km: 60
Itinerario: Nove Mlyny-Mikulov-Lednice-Valtice
Pernocta: Camping en Breclav. 195 Kc. 7 €

Después de jugar una partidilla de petanca, a las 9,45 salimos en dirección al cercano Mikulov. Una vez allí seguimos unas indicaciones que nos llevaron al cementerio judio. Y de nuevo la guia de Anaya nos dejó que desear, ya que este cementerio es una auténtica joya que nos dejó absolutamente sorprendidos, cuando esta guía le dedica un escaso renglón en el que se limita a describir su situación. Esto mismo ha ocurrido con Litomysl o con Bouzov.


Pese a lo que se pueda pensar o parecer por el hecho de ser lo que es, un cementerio, pasear por este lugar es una delicia. Cientos, quizás miles de lápidas emergen del suelo elevándose casi todas a la misma altura, 1 m más o menos y amontonándose unas junto a otras, inclinadas a un lado, hacia otro, con mayor o menor grado, caídas, rectas, viejas, nuevas...Es como un curioso bosque de piedra encerrado en otro vegetal, ya que los árboles, no de gran altura, y los arbustos están por todos los sitios sombreándolo todo. La vista se pierde en este curioso “bosque” en el que las lápidas casi iguales se confunden unas con otras entre el sol ya sombra de los árboles. Sobre algunas de ellas hay piedras y en otras las vimos sujetando una nota de papel. Una tapia lo separa del cementerio católico. Describimos en nuestro recorrido un círculo y al salir nos cruzamos con un mochilero que llevaba el clásico “gorrito” judío. Mi curiosidad pudo más que mi sentido de la discreción y como respondió que hablaba algo de inglés, le hice un montón de preguntas: sin comprender como una ciudad tan pequeña podía tener un cementerio tan grande respondió que era debido principalmente a tres razones, su antigüedad, ya que data del XV, la importancia de esta ciudad, a la que muchos judíos vinieron a estudiar, afincándose algunos, y por último, por ser el lugar elegido por un gran número de ellos cuando fueron expulsados de Viena (ambas ciudades están separadas por un poco más de 100 km). Lo de las piedras nos explicaron que sería su equivalente a las flores en la religión cristiana. Las notas sobre las lápidas son deseos. Fue una visita realmente interesante e instructiva además de “sacarnos la espinita” supliendo en cierta medida la visita al cementerio judío de Praga que no hicimos por su elevado precio.


Desde aquí nos dirigimos a su bonita plaza con edificios de suaves tonos rosas y amarillos y definida por una columna de la Trinidad y donde destaca la torre de la iglesia de San Wenceslao y la preciosa fachada serigrafiada en blanco y negro una de sus casas.


Después de comprar algo de fruta seguimos hacia Lednice, donde se encuentra un complejo único de construcciones que se extienden entre este pueblo y la cercana ciudad de Valtice y salpicadas por un enorme mosaico de rios, canales y parques.

El lugar está lleno de aparcamientos y tras dejar la camper en uno de ellos fuimos hacia su castillo. Eran las 12,30 y cerraban entre las 12 y las 13. Incomprensible en un sábado. Esperamos hasta esa hora y mientras me acerque a otra entrada, pero parecía ser otra ruta y digo que parecía porque no había carteles indicativos en otro idioma y eso que el lugar está declarado patrimonio de la humanidad. A la 13h un montón de gente se acumuló a la entrada. Alguien dijo algo en checo y un grupo de personas entró. Volvieron a decir algo y se movió otro. Sin entender qué pasaba me colé como pude hasta la caja y elevando la voz sobre el jaleo pude decir en inglés “¿Alguien habla inglés?”. Como si fuera invisible. Segunda vez...una cajera me señala con desgana a una compañera en un mostrador quien me explica que haga cola, que pague y que entre. Y así lo hicimos.


El interior del castillo que figura entre las manifestaciones más importantes del romanticismo en el Estado checo, es lujoso y lo que quizás más impresiona son los techos de madera finamente trabajados y una espectacular escalera de caracol de madera de roble que se encuentra en la biblioteca. Pasear por el exuberante invernadero del siglo XIX anejo al castillo es una delicia y los jardines que rodean a este palacio y que se extienden entre hermosos lagos, ríos, palacetes y otros edificios románticos menores alcanzando los 40 km2, toda una maravilla resultante de la combinación de la naturaleza y el trabajo del hombre ya que lo que fueron prados y aguazales que se inundaban año tras año por el río Dyje quedó convertido en un extraordinario parque natural, nidal ideal de aves acuáticas e incluida en el sistema de las reservas internacionales de ornitología. Este complejo es un ejemplo extraordinario del denominado “paisaje cultural”, es decir, un paisaje transformado por la actividad creadora del hombre.


Hicimos un nuevo intento de comer en restaurante, pero de nuevo el menú en checo aunque añadían carta en “alemán” –estamos a poco más de 100 km de Viena-.Nos rendimos de nuevo y dejamos Lednice para dirigirnos al cercano castillo de Valtice ambos unidos por este inmenso Parque Natural que son los jardines del palacio de Lednice, deteniéndonos en su fachada. Pero tenemos cierto “empacho” de palacios, castillos y guías en checo, y por hoy con uno, es suficiente, así es que decidimos buscar el camping de Lednice que al encontrarse junto a un lago y ser fin de semana, estaba lleno de gente además de resultar caro. En Breclav el camping era estupendo y barato (de nuevo un poco más de 7 €) con varios hipermercados cercanos, por lo que nos acercamos andando a comprar de nuevo más ensaladas, y abastecernos para acometer el duro regreso. Nos damos una buena ducha y pronto nos acostamos: estamos muy cansados y mañana comienza la vuelta. Dejar este bonito país me produce una sensación de tristeza.
1 de agosto, domingo.
El regreso. Hasta Füsen

Km: 631
Itinerario:Breclav-Mikulov-Viena-Füssen
Pernocta: Area de pernocta de Füssen

Iniciamos el regreso. Mikulov de nuevo y Viena. Sólo destacar que en la frontera cuando preguntamos al guardia por las pegatinas para circular por las autopistas literalmente nos “ladró” “benzina station”. 7,6 €. Cruzar Viena una odisea: carece de “ring” o “periférica” y tuvimos que intuir señales que faltaban . Cruzamos el impresionante Danubio que es realmente azul. Atravesamos Austria de este a oeste lloviendo un rato sí y otro también, a veces con auténticas cortinas de agua y el cielo de un gris plomizo que casi parecía de noche. Al entrar el Alemania otra vez nos sorprendió la gran densidad de tráfico por lo que decidimos no llegar por la autopista a Munich evitando así posibles retenciones de regreso del fin de semana y pusimos rumbo a Füssen, al castillo de Luis II de Baviera, el de Newmasten. Transitando por carreteras al sur de Munich y el paisaje es delicioso: prados inmensos de un verde intenso con los Alpes recortándose al fondo, casas de piedra en su parte inferior y madera en la superior adornadas con flores de colores y distintas especies que combinan con un gusto exquisito ...paz para los ojos y bálsamo para el cansancio. Observamos con curiosidad como venden las flores: los compradores las cortan haciendo sus propios ramos y luego pagan. No nos libramos de un tapón en una ciudad ya cercana a nuestro destino.

En una página campista francesa había leído que había un área de pernocta para autocaravanas y buscándola en Füsen encontramos una señal de una autocaravana que nos dirige a una zona comercial, al lado del Lidl. Pero estaba completa aunque a ambos lados se habían ido instalando las autocaravanas que no tenían sitio. En total con el área llegamos a ser cerca de un centenar de ellas. El area contiene un edificio central que tiene 2 duchas de pago (1 € con ficha) y 3 o 4 servicios con lavabos. Alrededor se disponen parcelas perfectamente delimitadas con bordillos de cemento, con tomas de luz (2 €). A la entrada una cabina para controlar el acceso y un poste para cargar agua (1 €). Estupenda zona, tranquila y recomendable.

2 de agosto, lunes
De Füsen en Alemania hasta el pueblo de Pasteur, Arbois

Km: 570
Itinerario:Füssen-Arbois
Pernocta: Camping municipal “Les Vignes”(Arbois). 19,90 €.

A los 8 de la mañana sólo quedan 4 o 5 autocaravanas de unas 15 que en este lugar concreto pasamos la noche ¿qué pasaría?. Ante la duda nos dimos prisa en recoger y a las 8,30 comenzaron a venir los trabajadores de la zona. Nos abastecimos de algo de comida y nos dirigimos al castillo.


Dejamos la camper en uno de sus muchos aparcamientos y comenzamos el ascenso por una vereda que salió a una carretera que discurría por un denso bosque hasta llegar al castillo. Arriba nos encontramos con mucha gente, pero los niños ya dijeron que no querían entrar. Y la verdad, lo entiendo perfectamente. Creo que no les cabe ni 5 minutos más de visita “guiada”, sea ya en el idioma que sea y como tenemos pensado hacer esta ruta, posiblemente al año que viene, regresamos al aparcamiento, no sin antes acercanos a pedir información a la oficina de turismo en donde nos cuentan que la media de espera por la mañana para entrar en el castillo es de 1 hora, y por tarde llega hasta 3. Compramos un pequeño libro sobre la “ruta romántica” y tomamos la carretera dirección Friburgo. Al principio es una auténtica preciosidad, pero según dejábamos atrás Füsen, fue disminuyendo la belleza inicial. Hay mucho tráfico y muchos camiones y hasta Friburgo se hay un poco pesada. Tomamos la autopista hasta Mulhouse y Francia. Salimos en Besançon y a las 6,30 decidimos seguir hasta Arbois ya que nos figuran dos sitios de pernocta. Pero ninguno es bueno: uno solitario, un merendero en la carretera, y otro según nos comenta una española que veranea allí, resulta ser un sitio de reunión nocturna de adolescentes y jóvenes, así es que tarde ya, vamos al camping municipal que nos sorprende por sus precios: 20 €, eso sí, en una parcela “superconfor” que sinceramente, no comprendemos por qué la llaman así: está arriba del todo y lejos de los baños. Hay otras del mismo tamaño y mejor comunicadas. Suponemos que deben ser “superconfor2”. Creo que nos han tomado un poco el pelo.

3 de agosto, martes
Hasta la Frontera.

Km: 616
Itinerario: Arbois-Port Leucade
Pernocta: Por Leucade

Mañana gris. Vamos directamente a visitar la casa de Lous Pasteur en Arbois.

La visita es obligatoriamente guiada y en riguroso francés, aunque, eso sí, tienen unas hojas en inglés, alemán o italiano. Me quejo y lo dejo por escrito en un “libro de visitas”. Además es caro, 5€ por persona.

Pero resulta una visita interesante. Se trata de una casa del siglo XIX tal cual estaba en esa época. Con claridad se intuye que L. Pasteur no era un “don nadie”: un bonito y gran recibidor, sala de billar, salón comedor con un curioso elevador ya que la cocina estaba en el piso inferior, patio interior amplio con jardín. En el piso de arriba están las habitaciones y para acceder a ellas se ha de salir a una balconada que da a este jardín interior. En esta parte superior hay otro salón y las habitaciones de Pasteur y su mujer, que a su vez son salas de estar ya que las camas están metidas en un hueco que en la habitación de Pasteur se cerraba con cortinas, y en la de su mujer, al ser más grande, con unas puertas. Ambas habitaciones tienen un pequeño aseo. Para hacer las camas en este hueco de espacio limitado, tienen un ingenioso sistema formado por unos railes plegables por donde se desliza la cama para salir del hueco hacia el centro de la sala. El acceso a este hueco de la cama se hace por una puerta escondida que da al aseo. Pero lo que más impresiona es el laboratorio que conserva aún cultivos y los envases con los que demostró la inexistencia de la generación espontánea para microorganismos, así como una estufa de incubación diseñada por él, el taller de vidrio entre un microscopio, algunos diseños y otros enseres.
Al salir la lluvia que comenzó al entrar no ha cesado. Compramos pan, y por supuesto bollería y pastelería francesa. Y de camino a España.

Nos salimos en Port Leucade a la busca de un sitio para pernoctar y enseguida, junto a un lago vimos un grupo grande de autos. Entramos, buscamos y encontramos un buen sitio donde incluso nos pudimos “estirar”. Lástima que comenzara a llover por lo que tuvimos que continuar nuestra partida de cartas en el interior.


4 de agosto, miercoles
En la playa

Itinerario: Port Leucade-San Pere Pescador
Pernocta: Camping Acuarius. Sant Pere Pescador

Después de una tormentosa noche de truenos, relámpagos y lluvia, a las 8,30 estábamos aún “pegados”. Decidimos movernos para llegar pronto a Gerona a buscar un camping donde poder descansar un par de días. Desayunamos los exquisitos bollos de Arbois y decidimos hacer un breve recorrido para la ver la zona y localizamos varios sitios de pernocta. Ya en la autopista nos encontramos con alguna que otra retención en la frontera y en la 1ª salida.

En el camping Acuarius en Sant Pere Pescador, nos confirman telefónicamente tres parcelas libres y allí nos dirigimos. Al celebrarse el mercadillo local, el pueblo, pequeño, está completamente atascado y nos desesperamos cuando nos pasamos la desviación y al dar la vuelta quedamos atrapados en este “tapón”. Al final de una estrecha carretera sin ninguna edificación, lo cual era ya buen signo, encontramos el camping. En realidad sólo había libre una parcela, ya que las otras dos eran más bien pequeñas y sin sombra. Nosotros veníamos buscando tres cosas: buena playa, tranquilidad y sombra, algo que tras varios años, parecía casi imposible de encontrar en el mes de agosto y en la playa. Pero realmente lo encontramos. La parcela, enorme para el tamaño de nuestra camper, estaba en un exterior aledaño al camping y los vecinos eran alemanes, lo que en un principio me gustó, ya que suele ser garantía de tranquilidad. Lo que no nos agradó tanto fue el precio, 45 €/día (8 veces más que en Chequia). La playa, a la que fuimos nada más instalarnos, preciosa: hermosa, de fina arena, llana y para nada saturada. Absolutamente deliciosa. Casi habíamos olvidado que aún quedan lugares así.

Nos dimos un refrescante baño, comimos y tras un breve descanso nos fuimos sin los niños al pueblo, a unos 2 km. Una furgoneta nos acercó al cruce y desde allí caminamos. El pueblo no tiene nada en especial por lo que realizamos unas pocas compras e iniciamos el regreso que a mi me resultó pesado ya que me parecieron 3 km y además aburridos.
Después de cenar, alrededor de las 9 de la noche comenzó un espectáculo infantil que milagrosamente acabó a las 10 aunque no dejamos de oir a lo lejos la música discotequera del camping L’anfora (a unos 300 m) hasta que nos dormimos.

Día 5, jueves
Disfrutando de la playa y de un camping delicioso

El día amanece soleado y yo me preparo para ir a las 9,30 a una sesión de Step-aerobic que me sentó estupendamente después de tanta inmobilidad. Ya en la playa disfrutamos de un espléndido sol, unas aguas tranquilas y transparentes en donde se podían ver los peces y unos cuantos baños deliciosos. Después de comer David y yo jugamos una partida de petanca con una pareja francesa (que dicho sea de paso nos ganó tan sólo 13-10) y luego con Angel una de billar mientras que los niños jugaban al pin pon y al billar, juego éste último todo un descubrimiento para ellos. Y así transcurrió la tarde. Nos fuimos pronto a dormir ya que salíamos al día siguiente.

Nunca hasta ahora había sentido pena por dejar un camping. Por éste sí.
Siempre había salido de los camping de playa como “alma que lleva el diablo”, pero no fue así con éste, por lo que deseo hacer una mención especial sobre él.
Los camping españoles, sobre todo los de playa, con excepciones, claro está, suelen ser sucios, ruidosos y caros, calificativos los dos primeros que para nada definen al Acuarius. Las instalaciones principales como servicios, duchas, fregaderos, etc., las calificaría como estupendas, no sólo por la limpieza –siempre había personal limpiando-, sino en número, calidad de materiales utilizados, diseño y estética. Detalles como plantas naturales en el interior contribuían a hacer acogedoras unas instalaciones que normalmente son frías. Estos servicios elementales se complementaban con baños para bebés y detalles como el hogareño “parque” en el que introducir al pequeño mientras que se prepara el baño, así como duchas para familias que localizamos en otros edificios. Los fregaderos y pilas, igualmente suficientes en número y muy agradables en diseño, buenos materiales y estética. A estas instalaciones se añadían otras con varios juegos como ping-pon, billar, futbolines, pista de petanca, restaurante, bar, cafetería, teatro, todo en la zona central. Zonas ajardinadas con plantas diversas de varias especies, algunas de ellas caras y distribuidas entre los edificios centrales y entre las parcelas cuyo tamaño era generoso –la nuestra de unos 60 m2- lo que hace muy dificil la proximidad excesiva de los acampados, contribuian a hacer del lugar algo más parecido y a un jardín que a la clásica zona de acampada. Otros detalles como diversos puntos de recogida selectiva de basura –incluso para botes- ocultos a la vista por un murete con flores, contribuyeron a que nos encontráramos todos realmente a gusto y deseáramos regresar otro año después de otro de nuestros recorridos veraniegos por tierras europeas.
Quizás si afirmo que “sentía” el camping cuidado con “cariño”, como si fuera lo que realmente deben ser, lugares para vivir y disfrutar, aunque sea por breve espacio de tiempo, más que un negocio en sí, un lugar “vivo” que “interactúa” con sus ocupantes, un lugar incluso “mimado” en muchos aspectos, pueda definir más acertadamente el camping Acuarius.

Día 6 de agosto, viernes
Casi en casa

Tras dejar el camping hicimos dos paradas: unas en la que descubrimos una masía cercana de la que nos habían hablado unos españoles –escasos en el camping- para comprar productos de la tierra, y otra en una tienda de artículos para autocaravanas, regentada por una pareja de alemanes y en la que hicimos algunas compras. . Cerca ya de nuestro destino, Priego de Cuenca, elegimos esta vez un itinerario nuevo que nos llevó por el Monasterio de Piedra, pero resultó ser más largo que otros que tomamos años anteriores, llegando alrededor de las 8 y dando así por finalizadas nuestras vacaciones veraniegas por este año.